El sexo anal se refiere a la práctica de introducir el pene (o juguete sexual) en el ano de la pareja. Se trata de una zona del cuerpo erógena ya que tiene muchas terminaciones nerviosas y por tanto, si se estimula adecuadamente, puede resultar tan placentero como cualquier otra práctica sexual.
PRÁCTICA TABÚ
El sexo anal sigue siendo una práctica tabú en algunas personas, muchas veces por falsas creencias como el respeto, vicio, homosexualidad, o bien por el posible dolor que pueda causar. En el sexo no hay mejores o peores prácticas, cada persona vive su sexualidad de forma diferente siendo cuestión de gusto de cada uno/a.
Las prácticas sexuales no definen la orientación sexual de la persona. El sexo anal puede resultar muy placentero en el hombre ya que a unos 3 cm de la entrada del ano se encuentra el punto P, que siendo bien estimulado puede causar un gran placer.
BUENA COMUNICACIÓN CON LA PAREJA
Es necesario que haya buena comunicación entre las personas que van a practicar sexo anal para que la experiencia resulte gratificante. Tenéis que estar de acuerdo y ¡hazlo porque de verdad te apetezca! No te sientas obligado/a por complacer a la otra persona, ya que es necesario estar muy relajado/a y con ganas de disfrutar. Si no es así es mejor dejarlo para otro día.
LIMPIEZA
Para mantener la zona limpia antes de realizar sexo anal, basta con que te laves la zona con agua tibia y jabón antibacterial. En cuanto a los enemas, permiten limpiar el recto pero no se debe abusar de ellos ya que también eliminamos flora intestinal que protege el organismo. Por tanto, solo sería necesario limpiar los primeros pocos centímetros, lo que sería suficiente ayudándote con una pera anal.
Muy importante el uso de preservativo para evitar infecciones de transmisión sexual. En el caso del sexo anal, el riesgo de transmisión es mayor, ya que es una zona con un mayor número de capilares que pueden romperse con más facilidad. ¡Siempre que vayamos a pasar del ano a la vagina o a la boca hay que cambiar el preservativo!
LUBRICACIÓN
A diferencia de la vagina, el ano no lubrica ni se dilata de forma natural, por lo que es necesario utilizar lubricación para que no haya dolor durante la penetración. Podéis utilizar lubricantes de base de agua o de silicona, estos últimos son más adecuados para esta práctica ya que al no secarse son más duraderos. Además los hay específicos para el sexo anal con sustancias que ayudan a dilatar el ano.
PLUGS ANALES
Para ir dilatando el ano de forma progresiva podemos utilizar los dedos, de manera que vayamos introduciendo primero uno, luego dos, siempre despacio y poco a poco. Otra forma de conseguir esta dilatación es a través de los plugs anales, ya que gracias a su forma cónica permiten ir dilatando de manera progresiva. Por tanto, los diferentes tamaños de plugs que podemos encontrar nos van a permitir no solo disfrutar de la experiencia, sino también dilatar antes de la penetración por parte de la pareja.
Otra diferencia con la vagina es que el ano puede absorber los objetos que introduzcamos, por eso es muy importante que si no queremos acabar en urgencias, utilicemos objetos que tengan una base o tope.